QUITO.- Cuesta reprimir la risa cuando se oye hablar a Luis Alfredo Juez. Aunque se trate de un discurso acerca de un tema serio, el acento cordobés, sumado a las desopilantes comparaciones que utiliza para explicar sus argumentos, hacen pensar en que se está ante un humorista y no ante un político.
Pero Juez es político. En su cuna militante fue arrullado con la marcha peronista. Pero a principios de 2000 renegó del Justicialismo, y armó el Partido Nuevo, junto a renegados radicales, socialistas, de algunas fuerzas de izquierda, y gremialistas. Con este, en 2003, resultó electo intendente de Córdoba. En 2007 estuvo cerca de ganar la Gobernación de Córdoba; y en 2009 llegó al Senado. El 29 de enero del año pasado fue designado por el presidente, Mauricio Macri, embajador extraordinario y plenipotenciario en Ecuador.
El cargo diplomático lo alejó un poco de la exposición mediática. Hasta el martes, cuando se convirtió en pieza clave para que Atlético pueda jugar el partido contra El Nacional, que finalmente ganó, con lo cual logró la clasificación a la fase 3 de la Copa Libertadores.
Fue parte importante en las gestiones para que el equipo, que estaba varado en Guayaquil, consiga llegar a Quito en un vuelo de línea. También colaboró para conseguir la indumentaria de la Selección con la cual jugó Atlético. Pero, sobre todo, logró que la dirigencia de El Nacional aceptara disputar el partido. “Le dije: ‘general (Tito Manjarrez Lascano, presidente del equipo ecuatoriano), juguemos al fútbol, dejémonos de joder con los reglamentos. Gánenlo en la cancha, pero no en el escritorio’”, contó el propio Juez al canal TN.
Pero su gestión no quedó allí. Mientras Atlético ya jugaba el partido, el embajador se abocó a conseguir un hotel, con cocina abierta, para que los jugadores, cuerpo técnico y dirigentes de Atlético pernoctaran en Quito.
Juez, confeso hincha de Talleres de Córdoba, se transformó en un nuevo ídolo para los hinchas “decanos”. Desde la noche del martes recibió un sinnúmero de mensajes en Twitter (@LJuez_Ecuador). Más allá de la pasión, lo cierto es que Fernando Zampedri jamás habría tenido siquiera la chance de hacer el gol con el cual ganó Atlético si no hubiese mediado el cordobés.